12 Noviembre 2017
Una organización está compuesta por seres humanos que cumplen diferentes
funciones y roles. Dentro de esta, a unas personas en particular se les ha dado
o han adquirido el rol de direccionar, bien sea el global de la compañía, o
áreas y equipos en particular. Sin embargo, este hecho no cambia la esencia:
siguen siendo seres humanos, todos diferentes, con sueños y frustraciones, con
fortalezas y debilidades, con destrezas y limitaciones, con estados de ánimo
que cambian y con una vida que tiene diversas variables y entornos.
Entonces, ¿cuáles son las fortalezas y habilidades con las que debe
contar aquella persona encargada de dirigir empresa, entendiendo que también es
un ser humano con errores y problemas? La respuesta radica en lo diferente que
somos. Cada líder debe crear su propia fórmula de éxito, la cual debe hallar en
el contexto laboral donde sus fortalezas y habilidades florecen. Los humanos no
somos perfectos, por ende, el líder tampoco, pero este debe aprovechar los
talentos que tiene y asegurarse que está en el lugar indicado para usarlos bien.
En la empresa, como en la vida, el líder debe enfrentar sus propios
demonios, manejar conflictos, resolver crisis, hacerle frente a los intereses
individuales, negociar con personas no deseadas, entre muchas otras
circunstancias (Los Consejos de
Liderazgo de Jeff Bezos). Ante la pluralidad de escenarios, existe una
particularidad alentadora: gracias a la escala evolutiva, los seres humanos tenemos
la capacidad de reaccionar de manera diversa ante múltiples situaciones. De
esta forma, los distintos contextos que se presentan al interior de la empresa
ayudan a crear y desarrollar nuevas fortalezas y habilidades para el líder.
La función principal del líder es direccionar a su equipo de trabajo
para el cumplimiento de los objetivos de la organización, de esta forma las
fortalezas y habilidades deben estar en función del grupo laboral. Si aquel que
direcciona es una persona malvada y miserable (Formas en las que
un Líder Insulta a sus Colaboradores) no podrá esperar que su equipo sea
generoso y feliz. El comportamiento es clave. Es necesario tener en cuenta que
a la mayoría de las personas las contratan por sus habilidades técnicas y las
despiden por sus falencias personales.
El líder debe trabajar en equipo. Tendrá que tomar decisiones
impopulares y direccionar a personas que no harán el trabajo por sí solas.
Buscar un grupo que complemente sus habilidades, potencialice sus fortalezas y
entienda sus debilidades resulta primordial.
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